By Anita Peña Saavedra
In 2008, María Pía Castro was 19 years old when she was found burned in Limache. To this day, no culprit for her murder has been identified. Her case, unfortunately, was closed ten years ago. In 2016, a man kidnapped and murdered Nicole Saavedra, 23, who was found days later with signs of torture and sexual violence. A year later, in San Felipe, 22-year-old Susana Sanhueza was also killed. That same year in August, DJ Anna Cook was raped, strangled, and beaten but her death was categorised as an overdose. What all of them have in common is having been lesbians and that their deaths were cloaked in silence and impunity, as with other unsolved hate-based killings.
However, despite the cruelty in the execution of these crimes, it was not until this year, with the recently expanded definition of femicide, that murders like these could be counted as sex-based crimes. But violence against lesbians has always been devoid of even minimal legal protection. And international recommendations, which treaty monitoring organisations such as Belém Do Para and the IACHR have been giving around due diligence of crimes against women, continue to be ignored.
(Translated)
En 2008, María Pía Castro tenía 19 años cuando fue encontrada calcinada en Limache. Hasta hoy no hay ningún culpable por su asesinato. Su caso, lamentablemente, se cerró hace diez años. En 2016, un hombre secuestró y asesinó a Nicole Saavedra, de 23 años, quien fue encontrada días después con signos de tortura y violencia sexual. Un año después, en San Felipe, Susana Sanhueza de 22 años también fue asesinada. Ese mismo año en agosto, la DJ Anna Cook fue violada, estrangulada y golpeada. Pero su muerte fue catalogada por sobredosis. Todas ellas tienen en común haber sido lesbianas y que en sus muertes existe un manto de silencio e impunidad, como en otros asesinatos motivados por el odio y que aún no encuentran justicia.
Sin embargo, pese a la crueldad en la ejecución de estos delitos, no fue hasta este año, con la reciente publicación de la nueva tipificación de femicidio que asesinatos como estos podrán ser contabilizados como crímenes por razones de género. Pero la violencia en contra de las lesbianas siempre ha estado desprovista de la protección legal mínima. Y se siguen desoyendo recomendaciones internacionales, que los órganos de vigilancia de los tratados como Belém Do Para y la CIDH ha venido dando en torno a la debida diligencia de los delitos en contra de las mujeres.
(Original)
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Listening to Lesbians 